martes, 23 de julio de 2013

EL TERROR BLANCO




COMO CREER EN UNA SUCIA Y MANCHADA DE SANGRE DEMOCRACIA?

LA MAYOR DESGRACIA ES UNA INJUSTA DERROTA Y MÁS SI ES ACOMPAÑADA DE UN FORZOSO EXILIO.

“Teníamos diez años en el año 1.936 y para nosotros la guerra de España había sido, primero, una sacudida; el espectáculo de millares de hombres y de mujeres y de niños demacrados y a menudo con la ropa hecha jirones y hambrientos:¡los refugiados españoles…! A través de ellos y de lo que nos decían nuestros mayores nos llegaban palabras cargadas de angustia, Hitler, Mussolini, las quintas columnas de los sublevados fascistas, los bombardeo por los Fiats italianos y los Junkers alemanes de las poblaciones civiles españolas:¡¡ La guerra!!!” (Así se expresan Pierre Brué y Émile Témame-dos historiadores franceses- en el prólogo de su libro sobre “La revolución y la guerra de España”- (editado en Paris por Minuit en el año 1.961;y en su página 399 y a quienes cito porque-indiscutiblemente y para mi y sin subvenciones-que yo sepa- son los dos

“Una de las señales con mayor profundidad de la revolución española era, indiscutiblemente, la abundante participación de las mujeres presentes en ella y por doquier, tanto en los Comités como en las milicias:”Si la revolución es, efectivamente como dice Trosky, la acción directa de las capas más profundas de las masas oprimidas y  más alejadas de toda teoría, hay que admitir que tal fue el caso de la España del año 1.936)“.La comparación entre la revolución rusa del año 1.917 y la revolución española del año 1.936 habían llegado  a conclusiones idénticas”. Léase  Andrés Nin:”el desencadenamiento de la rebelión del 19 de julio ha acelerado el proceso revolucionario al provocar una revolución proletaria más profunda que la revolución rusa misma”, (op. cit,  p.230).-Y a Trosky: “el proletariado español ha mantenido cualidades combativas de primer orden. Por su peso específico en la economía de su  país y por su nivel político y cultural ya se encontraba, desde los primeros días  de la revolución, no por debajo, sino por encima del proletariado ruso de comienzos del año1.917:(op. cit.p.71).-

El”terror blanco” fue el primer método a seguir por los fascistas españoles para evitarse una  posible movilización ciudadana que les hiciese fracasar en su Golpe de Estado; o en todo caso así lo entendieron los jefes de esta  rebelión: sus altos mandos militares y falangistas  y guardias civiles y somatenes y requetés y curas y frailes y obispos y arzobispos: (ya que sin su consentimiento jamás se hubiesen sublevado):Y…- copio  a estos dos historiadores franceses anteriormente citados: páginas 209-210-211y 212 y en las que se lee: “El 30 de julio, Franco  había afirmado a un periodista  del New  Chronicle  que estaba  dispuesto a fusilar si fuese necesario a la mitad de España”. Y el 18 de agosto Queipo de Llano:” que el 80 % de las familias andaluza estaban ya de duelo; más que no  por ello vacilaría en recurrir a medidas aun más rigurosas.” -“Habremos establecido el orden cuando hayamos fusilado a dos millones de marxistas-le había declarado el coronel Barato a un corresponsal del “Toronto Star”:
-La insurrección militar comenzó por doquier con la detención o el asesinato o la ejecución- después de un  juicio sumarísimo- de oficiales y soldados republicanos: en Madrid al teniente coronel Carratala  y en Valladolid al general Molero; fueron fusilados -más tarde- el general Batet; el vencedor de la insurrección de 1934 en Cataluña; el general de aviación Nuñez del Prado y después, en Zaragoza, los generales Salcedo, Caridad Pita, Romerales, Campiris…; prueba de que no todos los militares estaban con los rebeldes sino que esta  depuración así efectuada fue acompañada por doquier con la liquidación sumaria de todo aquel-o aquella- que pudiese ser considerado elemento dirigente de un sindicato, partido obrero  o simplemente porque fuese republicano… Las matanzas de prisioneros se convirtieron en un fenómeno cotidiano; era el  único medio, al parecer, de conseguir un sitio en las cárceles abarrotadas para cuantos antifascistas  continuaban llegando. El “paseo” era  una regla general; con la diferencia de que entre los nacionalistas - al contrario que entre los republicanos- nadie reclamaba su fin; pues  sus sublevados y organizadores y ejecutores:( seminaristas de los conventos y curas y requetés y falangistas), eran también y a su vez y en sus zonas sublevadas los mantenedores del orden público. Estaban dirigidos y justificados –y sin exceptuar a las más altas autoridades eclesiásticas- por todos ellos, como el arzobispo de Toledo; quien proclamó que era “el amor del Dios de nuestros padres el que la había armado a la mitad de España contra el monstruo moderno del marxismo o comunismo… “hidra de siete cabezas, símbolo de todas las herejías”. Hubo que esperar varios meses antes de que se obtuviesen mejores indicaciones e informaciones acerca de aquel  “terror blanco” que asoló a  toda la zona dominada desde un principio por  el ejército sublevado: “nacionalista”; a que para el disfrute de sus  conquistas se conociesen mejor; ya que mientras que a los corresponsales de guerra les estaban prohibidas las visitas a los calabozos y a las prisiones “nacionalistas”, éstos si podían y tenían derecho a visitar los de los republicanos. Los soldados moros- reclutados entre las tribus más primitivas, africanas- tenían rienda suelta: violaban a las mujeres y castraban a los hombres…,( Lo cual-según los periodistas Brasillach y de Bardéche “era para ellos una operación de un género casi ritual”.ya que en las demás tropas de los sublevadas se hacía lo mismo: las mujeres eran las víctimas predilectas de sus sadismos y no solo eran violadas  sino que sistemáticamente eran humilladas y rapadas y pintadas con minio y purgadas con aceite de ricino…El general Queipo de Llano se sentía orgulloso de su proceder y el 23 de julio en  Radio Sevilla declaraba por ello:”las mujeres de los rojos han aprendido también que nuestros soldados son hombres verdaderos  y no unos milicianos castrados: dar patadas y rebuznar no ha de salvarlas”.

La entrada de los nacionalistas en Badajoz fue acompañada de una verdadera carnicería. La prensa internacional estaba repleta de ejemplos puestos por los corresponsales cuyas simpatías, sin embargo-y a menudo- estaban del lado de los rebeldes. Bertrand de Jouvenel cuenta en el “Paris Soir”del 23 de julio la ejecución de los ferroviarios que defendieron Alfera contra los requetés de la columna  Escamez. El enviado especial de Havas telegrafió que había cadáveres en la catedral, al pié mismo del altar y que en la gran plaza yacían los cuerpos de los partidarios del gobierno ejecutados en serie, alineados delante de la catedral. Los corresponsales del New York Herald de Temps fueron quienes mejor describieron esta carnicería; que los oficiales nacionalistas trataron de justificar alegando sus imposibilidades de poder  guardar a tantos prisioneros. Una columna de fugitivos, que fue rechazada en la frontera portuguesa y devuelta a esta ciudad fue asesinada en el sitio .El corresponsal del Temps  habla  de 1.200 ejecuciones en sus aceras cubiertas de sangre y de que en su Gran Plaza- donde todavía se continuaba matando “era tanta la sangre que había que  por ella  nadaban las gorras”.- Burdo método-reconoce Brasillach; “todo combatiente era fusilado porque-se argumentaba- no había existido una  movilización general y por lo tanto todo combatiente era un “rojo” más. Véase sobre todo en los periódicos “Journal” y “Paris Soir” las ejecuciones en masa durante la conquista de Andalucía: En cada pueblo-según B. de Jouvenel y Leroy-las arenas se transformaron  en osarios. Triana fue limpiada con bombas de mano y bayonetas. Las ejecuciones de rehenes proseguían mientras los cadáveres permanecían expuestos durante días, e…, igualmente, el reportaje de Hnry  Danjou  sobre el asalto a Mérida por los legionarios y la ejecución de los militantes obreros que la habían defendido; entre ellos la ejecución de Anita López, el alma de su Comité. La huida en masa de los campesinos ante cada ataque de los nacionalistas mostró, en todo caso, que los jefes militares si  habían alcanzado sus metas y que sus tropas inspiraban un profundo terror. La emoción provocada en la opinión internacional por estos relatos de la prensa fue considerable..