jueves, 15 de marzo de 2007

Barruelo: barros rojos

Sobre este lugar de minas de carbón en tiempos de absolutismos y persecuciones obreras y olvidadas gentes labradoras sin tierras que labrar y barros amasados por las ruedas de los carros y los tarugos de las albarcas opinó una escritora- rostro apergaminado y pelo ensortijado e hija de casa bien y autora de un libro titulado el metal de los muertos, CONCHA ESPINA- que era ¡muy rojo!:”más por la índole revolucionaria de sus gentes que por el color de sus barros…”

Y nuestra memoria, esa bendita memoria antropológica que nos ayuda a recordar nos dice que allá en los años veinte y treinta del siglo pasado cuando se apaleaba a los mineros en las huelgas y eran despedidos y readmitido o no según su religiosidad, quienes acarreaban troncos y peñascos por los caminos y tierras para amasar adobes y labraban piedras para edificar centros de solidaridad obrera y aportaban sus sueldos y descansos cual socialistas sacrificando hasta el pan de sus hijos a nuestro progreso social tenían que ser muy rojos…

Y escribe Francisco de Luis Martín, profesor de Historia Contemporánea en la Universidad de Salamanca y autor de “la F. E. T. E. en la guerra civil española”:

“Una de las principales preocupaciones del socialismo fue siempre la formación y capacitación de la clase obrera y en especial de sus trabajadores asociados; este es el caso del Centro Obrero de Barruelo de Santullán-Casa del Pueblo a partir de febrero de 1.919- núcleo minero situado en el extremo nororiental de la provincia de Palencia y de fuerte implantación socialista; sobre todo desde 1.925, en que el Sindicato Minero Castellano afiliado a la U. G. T. conoce un incremento notable y continuo en su número de socios. Su inquietud pedagógica y cultural alcanza hasta la educación formal: El 30 de agosto del 1.924 la junta General del Sindicato manifiesta su deseo de instalar en él una escuela para niños y adultos y crea una comisión organizadora compuesta por Jacinto Martín, Julián Maza y Ángel Díaz”.

…Y en tiempos de analfabetismos e inconfesables métodos para impedir a los hijos de los obreros que se ilustren demasiado organizan una escuela y una biblioteca y una imprenta y un boletín titulado”La Aurora Social”; un Orfeón y un Cuadro Artístico, e intentan que sus correligionarios sepan de teatro interpretando obras de entretenimiento y sociales cual “Juan José” o “El pan de los pobres”; ¡pero…!

Silicóticos ignorados y sin protecciones que les impidan en los trabajos los accidentes o enfermar, sin cascos ni mascarillas ni botas de goma, doblaban sus jornadas laborables por “las cornadas que daba el hambre”: ¡sabían de sus barros que eran negros- muy negros- por que se los pisaban los hijos con las alpargatas rotas!

Cuando esta escritora santanderina así les colorea ya hacía más de cincuenta años que su río bajaba sin peces y sus pulmones-¿diferentes a los de sus aristocráticos amos/patronos?- respiraban los ciscos del carbón de piedra por un mísero jornal; que sus mujeres faltas de médicos y medidas sanitarias se desangraban al parir y morían y su mortandad infantil superaba a la mayor actual en el más mísero pueblo africano; que entre derrumbes e incendios y explosiones de grisú pocos de ellos llegaban a viejos y sus esperanzas de vivir algún día en libertad se alimentaban solo cantando el himno de Riego con su letrilla de “si supieran los curas y frailes…”

Cuando el hombre se las mataba en la mina sus viudas iban por las escombreras azadilla en mano buscando entre los escombros el carbón que se escondía entre sus piedras, para alimentar sus crías; mendigaban a la puerta de la iglesia o bajo el peso de su cuévano encorvada, destilando “islán” -cieno de carbón mojado- lo repartía por los hogares con hombres; subiéndoselo agotada por cuestas y calles tan empinadas y barrosas que ni los más audaces carreteros conseguían subir maltratando con un látigo a sus mulas.

…Y se rebelaban; y abominaban de los amenazantes militarismos y clericalismos e intereses que les condenaban a los infiernos en este mundo por negarse a procrear hijos para convertirlos en frailes sin sueldo o soldados como carne de cañón o mano de obra barata o mendigos y criados y criadas para uso y disfrute de quienes si podían pagarse siervos con un pedazo de pan; desde mucho antes de que en su horizonte apareciese la esperanza de una 2ª República más audaz y menos manipulada que la 1ª , para cambiar las cosas…¡Que no cambiaban!

Por sus calles sin alcantarillas y taludes malolientes campeaban las heces hasta que las disolvían las lluvias o secaban al sol. Por sus habitáculos sin retretes, de adobes, construidos por ellos en sus descansos para humanizarse pululaban sus niños desarrapados, sin escuela. Un capitalismo de calcetín y falto de imaginación al servicio de holgazanes herederos de títulos y fortunas y clérigos y militares acomodados y políticos apañados y monopolios y fuerzas vivas obstaculizaban el advenimiento de nuevos ricos: En sus importancia humana económica y social y cultural la creatividad era negada… ¡Y obligados estuvieron ¿soñando? a enfrentarse a quienes predicaban ¿estúpidamente? que en sus dominios de antaño no se ocultaba el Sol !

Y por cuanto se temía perder si se evolucionaba democráticamente,(ya que entonces como hoy el progreso era de izquierdas),se envenenaba a las gentes y mentía y abusaba de sus costumbres y creencias, falazmente, con mentiras que iban a misa; y hubo un funesto diez y ocho de julio y una explosión fascista que hizo desaparecer de un pueblo con más de siete mil habitantes a dos mil afiliados al P. S. O. E. y la U. G. T. (mujeres e hijos e hijas): explosionados cual refugiados sin patria y exiliados eternos; fusilados por las cárceles o muertos por las trincheras y los bombardeos; diezmados por los montes y las plazas de toros, playas y cunetas y acantilados cántabros y arrojados al mar por no escaparse en un barco tras la caída del Norte; para que jamás se reprodujesen como rojos (cual se pretendía); ¡aniquilados por las escuadras de la muerte!

1 comentario:

CAPITAN ALAVETE dijo...

Hola. Me llamo Diego Navamuel, he leido su blog y me parece muy bueno. Estoy interesado en el tema de la guerra civil en la zona de Barruelo/Reinosa, he leido varios libros y ahora estoy leyendo uno de Jesus Gutierrez Florez.Conozco Barrruelo muy bien, mi padre es de barruelo y he disfrutado mucho con sus relatos. Parece mentira que el entrañable sitio donde he pasado mis vacaciones infantiles pudo haber sido testigo de acciones tan dramáticas. Mi padre me ha contado que varias personas de su familia estuvieron luchando en esta zona, conoció usted a algún apellidado Navamuel de Barruelo? Esperando su respuesta, aprovecho para enviarle un saludo muy cordial desde Santander.

Diego Navamuel Gonzalez