lunes, 28 de febrero de 2011

Carta de Saray (Bisnieta de Francisco Dapena)

Hola Fidel:
Igual alguna de estas cosas ya las sabes pero por si acaso.

Mi abuelo me cuenta “lo poco” que su suegra Sofía contó, para ella era muy doloroso recordar y hablar de aquella época. Cuando estuvo presa en Saturragan una mujer francesa que estuvo con ella la dijo que su historia debía ser contada, y ella no contó. En los primeros años de la década de los 70 (murió en agosto de 1975) vino a su casa un joven de Barruelo para que mi abuela le contará, poco debió de contar.

Mi abuelo recuerda que:

En una ocasión se encontraba en Barruelo un hombre adinerado de Aguilar de Campoo, al que los mineros querían linchar y Francisco le llevo andando desde Barruelo a Aguilar para ponerle a salvo.


Una tarde vinieron a despertar de la siesta a Francisco para apaciguar los ánimos de los mineros, habían encerrado a los curas y a la Guardia Civil dentro de lo que es ahora el Casino y antes las escuelas. Por la mediación de Francisco no les quemaron a todos.


Cuando la Guardia Civil se hizo con el control del pueblo a Francisco se lo llevaron al cuartelillo y allí le mataron a culatazos entre varios guardia civiles. La denuncia partió al parecer de un cura y la Guardia Civil.


Al día siguiente su mujer mando a su hija mayor, Elena, con un poco de comida al cuartelillo, el guardia civil la dijo que su padre no tenía hambre que volviese para casa, mi bisabuelo ya estaba muerto.


Le enterraron envuelto en una manta y en primavera le desenterraron para meterle en un ataúd, dicen que estaba intacto, (usted sabe como es el frío de Barruelo). La lapida no se la pudieron poner hasta muchos años después, se hizo en Santander y se traslado a Aguilar y de aquí a Barruelo. Durante muchos años no se podía ni ir a poner flores en su tumba, al parecer una mujer del pueblo amiga de mis bisabuelos se la jugaba y ponía ramos de flores por la noche, se llamaba Sidonia.


A mi bisabuela y a sus hijos intentaron lincharles, pero al parecer un guardia civil se puso en medio y dijo que a esa mujer no se la tocaba y así salieron del pueblo por el monte hacia Santander.


Por otra denuncia, parece ser de quienes debían dinero a mi bisabuelo, mandaron detener a mi bisabuela en Santander, estuvo presa 8 años en varias cárceles (Palma de Mallorca, Saturragán y Logroño) con pena de muerte. Elena y Aniceto ya tenían edad para trabajar y estuvieron mejor o peor pero estables, en casa de familiares en Aguilar trabajando en la fábrica de galletas. Jesús y mi abuela Benita estaban en Santander con mi bisabuela cuando la detuvieron, Jesús y la madre de Francisco quedaron en Santander con Guadalupe, hermana de Francisco y Eliseo, su marido. Benita era la más pequeña, nació en 1927, en aquel momento contaba con 7 años e iba de una casa a otra porque como decía ella, nadie la quería.


Cuando mi bisabuela salió de la cárcel se instaló en Santander y nunca más volvió a Barruelo. Al morir decidió ser enterrada en Santander junto a su hija Elena muerta en accidente en 1955.


Un saludo

Saray

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